Altos estándares en Seguridad Alimentaria

Uno de los objetivos fundamentales de la legislación alimentaria consiste en lograr un nivel elevado de protección de la vida y la salud de las personas, (Reglamento (CE) 178/2002).

Cada uno de los operadores de la cadena alimentaria debe garantizar que no se comprometa la seguridad de los alimentos. Es por ello que la industria agroalimentaria debe cumplir una serie de requisitos y normativas obligatorias. El objetivo de esto es garantizar un eficaz control, higiene y seguridad alimentaria en todas las fases de la cadena de producción, desde la granja a la mesa.

El sistema de gestión en seguridad alimentaria obligatorio es el APPCC (Análisis de Peligros y Puntos de Control Críticos). Con ello se pretende que las empresas del sector cumplan con los requisitos del Reglamento (CE) 852/2004 y con los principios del Códex Alimentarius.

Uno de los cinco retos de la industria alimentaria es cumplir las expectativas de un consumidor cada vez más exigente. De acuerdo con esta evolución del consumidor final, el alto nivel de exigencia se ve reflejado también en la gestión de la seguridad alimentaria dentro de las empresas agroalimentarias. Por ello, cada vez más distribuidores y minoristas exigen a sus proveedores certificaciones de calidad, que van más allá del mero cumplimiento de la normativa vigente.

Pero, ¿qué sistemas de gestión de calidad, higiene y seguridad existen? Además del obligatorio APPCC, los más comunes, que resultan fundamentales para complementarlo son los certificados ISO 22000, IFS, BRC y GLOBAL GAP.

Como veníamos diciendo, es cada vez más habitual que las empresas del sector exijan esta clase de estándares. Fabricantes con peso a nivel nacional,  vienen preocupándose desde hace unos años en adecuarse a los estándares de calidad BRC. En sus informes anuales detallan que no sólo se han adecuado a este certificado en sus centros de producción, logística y transporte, sino que han comenzado a exigírselo también a sus proveedores.

Otras grandes empresas de la industria, han actualizado su Código de proveedor, buscando un plus de calidad y seguridad. En él se comprometen a trabajar con proveedores que se ajusten a las buenas prácticas agrícolas dictadas por el sistema Global GAP en todos los productos procedentes de granjas o acuicultura.

Marcas que operan a nivel global de grandes grupos industriales cuentan con certificación ISO 22000, IFS y BRC, por lo que, para mantener estos estándares de calidad, se solicitan estos sistemas también a proveedores.

Esta clase de certificaciones tampoco pasan inadvertidas para las grandes cadenas de distribución. Algunas de las más importantes que muestran preocupación por trabajar con proveedores que cumplan con estos requisitos de calidad en nuestro país:

  • Un importante grupo de distribución francés, de acuerdo con su portal de proveedores, una de las máximas del grupo es garantizar la seguridad y calidad de sus productos. Para asegurarse de esto, la empresa implementó en 2004 del certificado IFS, el cual exige y controla a sus proveedores a través de auditorías de higiene y calidad en sus centros de producción.
  • Otro gran grupo de distribución español. Desde el año 2017, como refleja la empresa en su memoria anual del mismo año, aumentaron las exigencias en las auditorías a sus proveedores. Desde ese momento comenzaron a exigir como mínimo el certificado IFS a sus proveedores homologados. Además para garantizar una mayor calidad y seguridad de los productos, realizan exhaustivos análisis de laboratorio para detectar posibles riesgos.
  • Otro grupo de distribución alemán de gran éxito en España, atendiendo al modelo de negocio de la empresa, la calidad es uno de sus principios, tal y como aseguran ellos mismos, “irrenunciable”. Esta búsqueda por la excelencia no solo la aplican al producto final, también a los procesos a los que se ve sometido dicho producto. Por ello, garantizan que todos sus proveedores cumplan con el certificado IFS y norma BRC.
  • Una de las principales cadenas de distribución en España, como viene reflejado en su informe no financiero de 2020, desde el año 2018 han ido endureciendo los requisitos de las auditorías. Como parte del proceso de evaluación y homologación de proveedores, la propia empresa les solicita disponer de Certificaciones en Seguridad Alimentaria como por ejemplo IFS, BRC, Global GAP, etc.. Del total de proveedores actuales el 96% cumplen sus requisitos, y los restantes aún están en procesos de validación.

Considerando esta creciente preocupación de las grandes empresas por trabajar con proveedores que aseguren calidad y seguridad alimentaria, resulta interesante para los  miembros del sector,  implementar alguno de estos estándares de calidad no obligatorios en sus empresas. Esto les permitirá adaptarse a los requisitos de calidad de los distintos distribuidores, además de resultar un elemento diferenciador ante la competencia.

Para seguir formándonos en lo que a certificados de calidad no obligatorios se refiere, desarrollaremos más en detalle en qué consiste cada sistema, los objetivos que persigue y los beneficios que reportará a la empresa.

ISO 22000

¿En qué consiste? Esta es la norma internacional para los sistemas de gestión de seguridad alimentaria. Como tal, establece todos los requisitos que debe cumplir un sistema de gestión para asegurar la inocuidad de los alimentos a lo largo de toda la cadena alimentaria.

¿Qué busca? El objetivo que persigue es, además de garantizar la seguridad alimentaria, asegurar una mayor protección al consumidor y establecer parámetros de gestión más eficaces, para mejorar el rendimiento y costes a largo plazo de la cadena alimentaria.

¿Qué beneficios tiene? En primer lugar, demuestra públicamente el compromiso de la empresa con la seguridad alimentaria y el bienestar del consumidor. Esto refuerza la imagen de la empresa a la hora de ser seleccionada como proveedor. Pero el prestigio del que dota el certificado no es la única ventaja que supone. Los beneficios de la norma en sus diferentes áreas de influencia son:

  • Conseguir ventaja competitiva frente a otras empresas o proveedores
  • Armonización de las normas y legislaciones existentes en cada país (gracias a que es reconocida a nivel internacional)
  • Gestión más eficiente y rentable.
  • Prevención de fallos en la seguridad de los alimentos.
  • Facilita la implantación de sistemas de mejora continua
  • Establece una gestión sistemática de los requisitos previos
  • Ayuda a minimizar el número de reclamaciones de los consumidores
  • Ahorra costes y tiempos de producción.

IFS (International Food Standard)

¿En qué consiste? La IFS es un conjunto de normas uniformes enfocadas en alimentación, productos y servicios. Cabe destacar que este sistema resulta indispensable para todos los proveedores de productos alimentarios bajo marca de distribuidor y empresas de transformación de alimentos o envasadoras.

¿Qué busca? Este sistema garantiza que las empresas certificadas según los estándares IFS fabrican un producto o bien prestan un servicio, que cumplen las especificaciones de cliente y que siempre se trabaja por una mejora continua de los procesos.

Por lo tanto, su meta principal es asegurar al consumidor la comparabilidad y transparencia a lo largo de toda la cadena de suministro, así como conseguir una reducción de costes para fabricantes y distribuidores.

¿Qué beneficios tiene? Uno de los principales beneficios por los que implementar este sistema viene reflejado dentro de los propios objetivos de la norma, la reducción de costes que conlleva para la empresa. Entre el resto de ventajas que proporciona este certificado destaca que establece:

  • Estándares basados en el riesgo
  • Planes de acción para mejorar los resultados
  • Un sistema uniforme para asegurar  la calidad
  • Una reducción en el número de retiradas de mercado de productos
  • Procesos de fabricación o producción optimizados
  • Una mayor competitividad
  • Mejores relaciones con clientes y autoridades
  • Más oportunidades de negocio
  • Mayor reconocimiento a nivel mundial
  • Red internacional (facilita datos para la búsqueda de proveedores propios ydistribuidores)

BRC (British Retail Consortium)

¿En qué consiste? La norma BRC es un estándar mundial para la seguridad de los alimentos creado por el British Retail Consortium. Resulta muy útil especialmente para los proveedores de productos y marcas en grandes superficies.

¿Qué busca? El objetivo principal de la norma es certificar el compromiso de la empresa que lo posee con la implementación de sistemas de control que permitan identificar cualquier peligro o amenaza contra la seguridad de los alimentos. Busca complementar el APPCC obligatorio, haciendo hincapié en algunos aspectos importantes como:

  • Reforzar la seguridad alimentaria.
  • Facilitar el cumplimiento de la legislación.
  • Establecer criterios de seguridad alimentaria y calidad requeridos a los proveedores de alimentos de las cadenas de distribución del Reino Unido.
  • Auditorías homogéneas de tercera parte.
  • Asegurar la transparencia y rigurosidad en los sistemas de certificación.

¿Qué beneficios tiene? Una de las mayores ventajas de este sistema es que es perfectamente compatible con los demás estándares de calidad (IFS, ISO y GLOBAL GAP). Otros puntos positivos importantes es que:

  • Facilita el cumplimiento de la legislación de aplicación
  • Disminuye los costes de los posibles errores de cualquier cadena de producción.
  • Proporciona una comunicación organizada y eficaz, a todas las partes interesadas.
  • Proporciona confianza a los consumidores.
  • Control más eficiente y dinámico de los riesgos para la seguridad alimentaria.
  • Incorpora los Programas de Prerrequisitos al sistema de gestión de la organización.

GLOBAL GAP

¿En qué consiste? El certificado GLOBAL GAP cubre las Buenas Prácticas Agrícolas para la producción agraria, la acuicultura, la pecuaria y la horti-fruticultura. También cubre otros aspectos de la producción de alimentos y la cadena de suministro, tales como la Cadena de Custodia y la Fabricación de Alimentos para Animales.

¿Qué busca? El objetivo de la norma es conseguir una producción segura y sostenible de alimentos, con el fin de beneficiar a los productores, minoristas y consumidores en todas partes del mundo. La certificación GLOBAL GAP garantiza buenas prácticas en cuanto a:

  • Inocuidad alimentaria y trazabilidad
  • Medio ambiente (incluyendo biodiversidad)
  • Salud, seguridad y bienestar del trabajador
  • El bienestar animal
  • Incluye el Manejo Integrado del Cultivo (MIC), Manejo Integrado de Plagas (MIP), Sistemas de Gestión de Calidad (SGC) y Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP)

¿Qué beneficios tiene? Debemos tener en cuenta que en los mercados actuales la mayoría de las empresas minoristas requieren ciertas normas que aseguren una agricultura segura y sostenible. Por ello, el contar con la certificación GLOBAL GAP brindará a los productores la posibilidad de acceder al mercado internacional, ya que la certificación goza de un gran reconocimiento a nivel mundial.

  • Global GAP está disponible para tres ámbitos de producción: cultivos, producción animal y acuicultura.
  • Agrega valor a los productos al cumplir una norma de reconocimiento internacional
  • Reduce su exposición a los riesgos de reputación relacionados con la inocuidad de los alimentos y los productos
  • Mejora la eficiencia de los procesos y la gestión de las granjas
  • Favorece la identificación y trazabilidad entre empresas, gracias al número GLOBAL GAP (GGN)

Todos estos sistemas y certificados tienen claramente dos objetivos en común: garantizar la máxima seguridad alimentaria en todas las fases del producto y elevar el prestigio e imagen positiva de la la empresa, haciéndola más competitiva. Como hemos visto, además, la obtención de estos certificados no es excluyente, pudiendo combinarse entre ellos, de forma que puedas adaptarte a las exigencias de cualquier potencial cliente, sea cual sea tu función en la cadena.

Los procesos por los que debe pasar una empresa para obtener estos certificados de calidad suelen resultar demasiado arduos para realizarlos de forma interna, por lo que contar con un consultor externo resulta fundamental.

Partiendo de la evaluación previa de los sistemas obligatorios, como APPCC y Plan General de Higiene, se deberá comenzar con la redacción y elaboración de toda la documentación que exige cada estándar. Esto supone la comprobación minuciosa de cada aspecto de la empresa que debe adaptarse a la norma. Una vez comprobado que se cumplen todos los requisitos, es necesaria la formación del personal sobre cómo y qué nuevas prácticas deben aplicarse.

Se deberá contactar con un organismo regulador para la validación final del sistema. Para ello, además de superar la auditoría de la entidad certificadora, es necesario entregar un informe en el que se recoja toda la documentación que verifique el cumplimiento de las exigencias de la norma a implantar.

Conociendo los procesos, las características y todas las ventajas que tiene el implementar estos certificados de calidad no obligatorios para tu empresa, es momento de contactar con un consultor externo que te gestione la carga de trabajo que supone encargarse de los procesos de control e implementación de estos sistemas de gestión.

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